Carrito
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Su grueso caparazón le da al armadillo un aspecto único. Le cubre todo el cuerpo, salvo la nariz puntiaguda y los ojos. Se puede adivinar por su larga nariz que el armadillo puede oler muy bien y que olfatea los insectos, incluso cuando están muy enterrados en el suelo. Aguanta muy bien el calor. Vive en Sudamérica y está acostumbrado a los días calurosos.